Momentos felices de la infancia.

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Si existen momentos felices, son aquellos que transcurrieron en nuestra infancia. Cuando creíamos en todo, cuando siempre había algo por descubrir, cuando el futuro era muy lejano en nuestra mente, y el presente estaba lleno de radiante lozanía, de vigor, de sonrisas a flor de piel, y de sueños que sabíamos que podrían realizarse aunque no tuviésemos ni idea de como se concretarían.
Cuando la protección de nuestros padres nos hacía sentir seguros y confiados, cuando suponíamos que el mundo estaría colmado de beatitud y pureza, cuando confiábamos en la gente.

Jorge Horacio Richino.

PD: Sin embargo y aunque muchas veces nos encontremos con reflexiones o citas de carácter similar a ésta; debemos saber que no para toda la gente la infancia ha sido igual, que muchos podrán leer cosas como las dichas en el pensamiento que antepongo y disentir de manera absoluta con ellas.
Ésto porque no han sido felices en su niñez y han sufrido mucho durante el transcurso de ella.
Es justamente lo que no puede pensar un niño que ha transcurrido una infancia feliz, ni imaginárselo siquiera (debido a su inocencia e incredulidad naturales).
Por eso la conclusión de este pensamiento intenta deducir que la maldad de los grandes es transmitida a esos niños que sufrieron, y así se van sobreviniendo las cosas sucesivamente.
Lo que no se puede permitir más en este mundo -en la actualidad- sumamente viciado, es que pueda sufrir un niño.
En eso se deben ocupar las gentes, los que detentan el poder, los economicamente hartados, y todos los que puedan hacerlo; porque en los ñinos, en su felicidad, en su salud, en su bienestar y su educación están las bases de un mundo mejor para el mañana. Y no sólo un mundo mejor, sino también en la continuidad del mundo como un planeta más del Universo y no en pedacitos disgregados por el espacio; o bien una masa caliente girando alrededor del sol sin nadie que lo pueda apreciar o contar.
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Jorge Horacio Richino.
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