Así como afirmo que no debería comenzarse jamás una guerra, una vez iniciada, el que lleva la delantera, no debe ceder hasta terminar por completo con el enemigo.
Puede que sea ésta una cruel reflexión, pero es lo que deduce mi pensamiento.
Conclusión: El rencor queda, el enemigo se rearma, o se hace poderoso, o busca un método diferente para devolver "gentilezas" y tomar venganza (aún involuntariamente).
POR TAL RAZÓN VUELVO A REPETIR QUE "JAMÁS SE DEBERÍA INICIAR GUERRA ALGUNA".
Si bien es difícil comprender si la última afirmación sería posible en las condiciones culturales conque se ha forjado la actual "especie humana", el ideal es que la humanidad vaya comprendiendo -de una vez por todas- que las guerras nos van a terminar destruyendo a todos.
Jorge Horacio Richino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario