En general nos agrada que la gente se quiera, que se enamore, que se case y que viva siempre enamorada.
Nos ponemos felices cuando una pareja que se ha roto, se reencuentra y retoma su vida amorosa nuevamente. Y esto nos ocurre porque queremos que suceda aquello que nosotros mismos no podemos conseguir. Necesitamos un espejo que nos refleje permanentemente cual es la forma más hermosa y plácida de vivir la vida (respecto del amor de parejas), aquella que nosotros -por una u otra razón- no podemos concretar.
Jorge Horacio Richino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario