...por el simple hecho de no sentirme inhibido para decir las verdades más profundas de mi corazón.
Por supuesto beber sólo hasta el límite -que yo considero razonable y cada uno puede intuir aceptable para si mismo- y que sea suficiente como para no entorpecer mis facultades mentales y motrices.
Tal vez me guste hacerlo, sólamente para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.
No es lo criteriosamente correcto. ¿Más, quién no comete errores en esta vida?
Jorge Richino.
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