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Por naturaleza el hombre no es bueno ni malo.
Según sea su formación, su crianza, apetencias, alegrías, desgracias, y un número superlativo de motivos o circunstancias que le van forjando la personalidad, el hombre podrá ser bueno o malo.
Aunque muchas veces se suele ser malo (aunque se crea o suponga lo contrario), o actuar con maldad o negligencia en muchos actos de la vida. Porque -a mi juicio- predomina en su naturaleza el instinto animal que le es propio y que lo caracterizó desde los comienzos de su evolución hasta llegar a ser lo que es hoy en día.
No se puede pretender que una especie dotada de colmillos y uñas (aunque halla desarrollado su pensamiento, según considero, de manera todavía muy escasa) pueda venir a hacer el bien absoluto a este planeta...planeta que sabe muy bien lo que significa la crueldad de los humanos.
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Jorge Horacio Richino.
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