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... cambia fundamentalmente la conducta humana, y nos damos cuenta que no somos lo que verdaderamente creemos y lo que mostramos al exterior de nosostros mismos.
Pero si se quiere, es tan difícil determinar en tales circunstancias lo que está bien o lo que está mal, que no se puede valorar debidamente, y casi se podrían llegar a justificar determinados excesos en que incurre la conducta de la gente durante los desesperados momentos que se hallan atravesando.
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Jorge Horacio Richino.
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